La semana 10 de la National Football League entregó en su apertura un juego de alta tensión entre Baltimore Ravens y Cincinnati Bengals. La victoria fue para Ravens, en el M&T Bank Stadium, de 35 a 34.
Sin dudas el mejor Thursday Night Football de la temporada. Baltimore descontó una ventaja de dos anotaciones a la mitad del tercer cuarto y a puro brazo de Lamar Jackson se quedaron con uno de los mejores juegos de la temporada regular.
Justamente, el mariscal de campo de los locales tuvo una nueva noche de ensueño que lo afirme como uno de los candidatos a llevarse el MVP de la temporada regular y es que tuvo cuatro pases de anotación, ninguna intercepción y sumó por aire 290 yardas.
Joe Burrow también lo hizo de manera magnifica pero no fue suficiente para unos Bengals que de a poco ven como se les escapa la temporada. El mariscal visitante también lanzó cuatro pases de anotación y por aire tuvo una brutal cifra de 428 yardas. Su gran complemento desde que coincidieron en LSU, Jamaar Chase, recibió tres pases de TD’s por aire pero no bastó para la derrota de Cincinnati.
La jugada clave de la noche en Baltimore fue un fumble recuperado por la defensa de Ravens (provocado por Marlon Humphrey) a falta de poco menos de siete minutos en el tercer cuarto cuando dominada Bengals con un marcador parcial de 21 a 7.
La victoria le permite a Baltimore Ravens mover su record a 7 – 3 y quedar a un juego de la cima de la AFC Norte que hasta el momento lidera Pittsburgh Steelers. Del otro lado de la moneda se encuentra Cincinnati Bengals que sigue profundizando su crisis y queda con un pobre record de 4 – 6.
