Ohio State se llevó el Cotton Bowl del College Football Playoff al derrotar 28 – 14 a Texas Longhorns y se medirá en Atlanta a Penn State en la gran final de la competición nacional. Las entregas de balón en los últimos tres minutos inclinaron la balanza a favor de los Buckeyes.
El sembrado nro. 8 de la nación batalló en el AT&T Stadium de Dallas para poder avanzar al último gran partido. Y es que en los dos primeros cuartos, las defensivas fueron dominantes reaccionando de manera eficaz en sus lecturas y tacleadas.
Aun así Ohio State siempre llevó la delantera y antes de meterse a los vestuarios tuvo una explosiva jugada de anotación de Treveyon Henderson cuando solo restaban trece segundos del segundo cuarto (14 – 7).
El resto del partido tuvo mucho mas dominio de los equipos ofensivos pero con el marcador 21 – 14 a favor de los Buckeyes, su defensiva hizo el trabajo grande.
En primer lugar, evitaron el empate frenando en dos ocasiones a la ofensiva de Texas en la yarda uno obligandolos a jugársela en 4ta oportunidad. Aquí el QB Quinn Ewers sufrió un golpe, soltó el balón que fue recogido por el defensivo Jack Sawyer y lo regresó para poner el partido 28 – 14 a falta de poco más de dos minutos.
Con la desesperación de achicar la distancia, Ewers sufrió una intercepción en su última serie del partido a manos de Caleb Downs y esta acción selló el partido.
En el Mercedes-Benz Stadium de Atlanta se definirá al campeón de esta temporada en lo que será una final inédita desde la creación del College Footbal Playoff cuyo nacimiento se originó en el 2014.
Ohio State vs Notre Dame. La mesa está servida.
